Son varios los factores que intervienen en el proceso de envejecimiento de la piel, y los genes son responsables sólo de un 25%. El 75% restante corresponde a factores ambientales ¡que sí se pueden modificar a nuestro favor! Nuestros especialistas nos explican cómo hacerlo.
¿Por qué algunas mujeres tienen una piel de porcelana, tersa y sin arrugas durante muchos años, casi por arte de magia? La respuesta más simple podría estar en la genética, un factor que lamentablemente, para las menos afortunadas- es imposible de modificar. Sin embargo (y para consuelo de muchas), lo cierto es que los genes sólo pesan un 25% en el proceso de envejecimiento, en tanto que los factores ambientales -que sí son modificables son responsables del 75% restante.
No hay que olvidar que se trata de un órgano muy sensible, y que a diferencia de otras partes del cuerpo, está completamente expuesto a las agresiones del medio ambiente (más aún en lugares tan contaminados). Por lo tanto, es fundamental procurarle ciertos cuidados básicos:
- Una buena hidratación, fundamental: “La piel acumula el 20% del agua que tenemos en el cuerpo y es muy fácil que se deshidrate. Para evitarlo, debemos consumir dos litros de agua por día, no necesariamente sola, sino a través de aguas, sopas, líquidos en general.
- Nutrición anti-age: Una alimentación balanceada, rica en antioxidantes, especialmente en vitaminas E, C y A es fundamental para asegurar la buena salud de la piel. “La vitamina E es considerada el antioxidante por excelencia, y la podemos obtener en todos los aceites vegetales (como el de oliva), palta, nueces, almendras, germen de trigo y algunos cereales”
- Suplementos: Según los expertos las personas sanas, que tienen una alimentación balanceada y consumen cinco porciones de frutas y verduras al día, no necesitan suplemento nutricional. Sin embargo, cuando ya hay un daño importante de la piel, es conveniente apoyarse con suplementos vitamínicos.
- Protección solar: Junto con evitar la exposición al sol desde las 10 de la mañana hasta las 3 de la tarde, se debe incorporar el hábito del protector solar (factor 15 al menos) . Los sombreros también son convenientes en verano o cuando nos exponemos directamente al sol.
- No fumar: “El tabaco oxida mucho y además produce arrugas peri-bucales, que son las típicas que se forman en el borde de los labios”, precisa.
- Rutinas de cuidado y limpieza: Se recomienda limpiar el rostro al menos dos veces al día, para despejar los poros. “Se puede usar algún limpiador facial. Además, una vez a la semana se debe exfoliar la piel, para retirar las células muertas y, diariamente, hidratar la piel con alguna crema humectante o hidratante.
- Hábitos de vida y descanso: Un estilo de vida saludable, que incluya actividad física regular, suficiente horas de sueño también es importante para la buena salud del rostro, dormir ocho horas diarias (a lo menos), . También es recomendable mantener bajos niveles de estrés (dentro de lo posible), ya que este factor favorece mucho el envejecimiento.
- Tratamientos Específicos: Todos estos cuidados pueden mantener la piel en mejores condiciones, como hacernos una limpieza profunda una vez al mes para favorecer la renovación celular. También podemos ayudarnos con tratamientos específicos. “Actualmente existen alternativas para rejuvenecimiento facial no invasivas, como el ácido hialurónico o los tratamientos con láser. La radiofrecuencia es una de las tecnologías más novedosas y con muy buenos resultados. Produce estimulación del colágeno, lo que ayuda a atenuar las arrugas y a combatir la flacidez de la piel”.